LA MONTERIA

                                                         

La caza de montería es una modalidad de caza mayor  con especial protagonismo de perros de caza. Han existido y existen diferentes tipos de montería según el territorio donde se lleva a cabo, la manera de entender la caza y el uso de ciertas razas de perros.

Las primeras referencias bibliográficas son de la Baja Edad Media. La forma en que se practica actualmente tiene su origen en la segunda mitad del siglo XIX. 

 

Este tipo de montería o más bien gran batida se realiza principalmente en el centro y sur de la península ibérica, y su existencia es fruto de una evolución que data de unos 300 años, ya que anteriormente la montería en el centro y sur de España era muy similar a la que todavía se lleva a cabo en el norte, tal y como nos transmitió un montero de la andaluza sierra de Segura en su obra “Tratado de la montería”. 

En ella se abaten generalmente jabalíes y ciervos, aunque también otras especies como el gamo y el muflón. En un monte o mancha de varios cientos de hectáreas se dispone una serie de armadas, o líneas de puestos con cazadores, que rodean y cubren el terreno. Según su particular ubicación en la mancha, las armadas reciben diversos nombres (cuerda es la más alta; sopié la más baja; traviesa la que atraviesa o se encuentra generalmente en medio de la mancha). Desde un extremo determinado, o desde más de uno, se procede a la suelta de las jaurías que, conducidas por sus respectivos perreros, batirán la mancha en diversas direcciones con el objeto último de que las piezas de caza en su huida traten de atravesar las líneas de cazadores (llamados en el sur monteros) o sean avistadas por estos. A pesar de la apariencia de acción muy planificada, lo cierto es que la montería es una modalidad de caza que requiere de la máxima observación, atención, silencio y puntería (en blanco móvil) por parte del cazador y que ofrece posibilidades reales de escapatoria a jabalíes y venados. 

Cada jauría posee entre 10 y 12 colleras (parejas) de perros y es conducida por un perrero o podenquero. La base de la mayoría de jaurías dedicadas a la montería “a la española” consta de perros de tipo podenco, aunque las que están algo más especializadas en el jabalí utilizan preferentemente mestizos de mastín, perro de agarre, podenco y griffon, entre otras. 

Una rehala clásica, dedicada a la caza del ciervo y del jabalí, normalmente está compuesta por una mayoría de colleras de podencos puros, una minoría de colleras de mestizos de podenco y mastín y una collera de mastines puros o perros de agarre (con frecuencia alano español o dogo argentino).

Esta modalidad de caza, que guarda ya poca relación con la montería clásica, consiste en la utilización de un elevadísimo número de perros que, dirigidos por sus conductores, baten el terreno a cazar con objeto de dirigir hacia los cazadores toda clase de animales (generalmente ciervos, jabalíes, gamos y muflones) para darles caza. 

Los perros usados en este tipo de montería generalmente no sirven para cazar al estilo de la montería tradicional.

No se trata de una modalidad selectiva, salvo las instrucciones que se puedan dar al inicio de la cacería sobre el tipo de piezas sobre las que se puede disparar o no, y la propia selección que haga el cazador a la hora de realizar el disparo sabiendo que al hacerlo delata su posición. Por ello los monteros más experimentados evitan disparar sobre piezas de escaso valor cinegético a la espera de la que consideren que merezca la pena. 

 La montería en Salamanca | Salamanca Emoción

 

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

12 modernos rifles semiautomáticos y sintéticos

todos los contenidos de caza y pesca estarán disponibles a partir de hoy en vídeo bajo demanda(vod)

Los mejores rifles y visores para cazar el corzo